Uno de mis directores favoritos es, sin duda, Stanley Kubrick. Desde sus primeras películas, Fear and Desire (que a él nunca le gustó y yo no he visto), Killer's Kiss o The Killing, Kubrick muestra signos de lo que sería una gran carrera (nunca coronada con un Oscar).
Su siguiente película fue su primera obra maestra, Paths of Glory. Protagonizada por Kirk Douglas, está ambientada en la primera guerra mundial y muestra la deshumanización de la guerra, con un general que envía a la muerte segura a unos soldados que lo único que quieren es salir de ahí. Atención a la escena final de esta película, en que una joven alemana es obligada a cantar. La joven sería luego la mujer de Kubrick.
A continuación hizo Espartacus, una superproducción en que no hizo un gran trabajo, principalmente porque el dueño de los derechos era Kirk Douglas y el estudio lo obligó a hacer la película que Douglas quería. Kubrick volvió por sus fueros en Lolita, adaptación de la polémica novela de Vladimir Nabokov, en que un señor maduro se enamora perdidamente de una nínfula (palabro de Nabokov) de catorce años.
En Doctor Strangelove, 2001 Space Odissey, A Clockwork Orange, The Shining y Full Metal Jacket, Kubrick vuelve a mostrar su maestría. En el ínterin hizo Barry Lyndon, que también es una buena película pero no está a la altura de las demás, principalmente por su lentitud. La última película de Kubrick fue Eyes Wide Shut, que no me gustó la primera vez que la vi, pero que pienso volver a ver ahora que estoy más grande.
Para conocer casi todo lo que hay que conocer de Stanley Kubrick, desde sus inicios como fotógrafo, hay que ver el siguiente documental que está bastante bien, a pesar de que el narrador es Tom Cruise.
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