La habitación de Ames y el ojo mágico

Hablando de ilusiones ópticas, en internet hay muchas y para todos los gustos. Recuerdo hace tiempo haber visto un libro que se llamaba "El ojo mágico" (o algo así) en que salían una serie de cuadros ininteligibles, pero que al mirarlos con atención era posible que uno viera una especie de imagen tridimensional. Recuerdo la sorpresa que uno sentía la primera vez que lograba verlo y la desazón de los que nunca lograban ver nada. ¡Qué cosas!

El truco que a mí me funcionaba consistía en acercarme a la imagen hasta casi tocarla con la nariz y luego alejarme lentamente. Ahora veo que el truco sigue funcionando. Se puede probar con esta imagen (se puede ver en grande en este link).

También hay ilusiones ópticas mucho más elaboradas, como la que se muestra en el siguiente video, que es la que aparece en el título a este post.



La explicación detallada de la Habitación de Ames se puede leer en  Ilusionario.

 

La piel de gallina y el fin de la dictadura

Sir Isaac Newton dijo alguna vez, queriendo resaltar su ignorancia, una cosa como la siguiente: "me siento como un niño pequeño jugando en la playa, que de cuando en cuando ha encontrado un guijarro o una concha más bonita que las demás, mientras que ante mí se extendía un océano de conocimiento". Si lo dijo Sir Isaac, ¿Que queda para nosotros, pobres mortales?. Algo parecido pasa cuando uno se interna en este océano de información que es internet. Por ejemplo, yo nunca había oído hablar de Eric Whitacre hasta que lo encontré en TED, ese guijarro web más bonito que los demás. ¡Qué cosas!.

Resulta que Eric Whitacre es un compositor norteamericano, que entre otras cosas, nació en Reno, Nevada. ¿No que en Nevada la única ciudad era Las Vegas? Otras curiosidades de su vida las cuenta el propio Eric en el siguiente video.

Caballeros hay de todos los tipos y tamaños

En una especie de juego que tuve que soportar alguna vez, habíamos cuatro o cinco personas y se nos pidió que dibujáramos un cuadrado en un papel. A continuación, teníamos que escribir en cada uno de los lados del cuadrado, los nombres de cuatro personas con las que a uno le gustaría estar sentado en una mesa. Como nadie dijo que las personas debían estar vivas, a mi se me ocurrió poner a Sócrates, Isaac Newton, Isaac Asimov y Carl Sagan. Todos los demás jugadores pusieron a sus propios familiares. ¡Qué cosas!

Los cuatro que puse en esa oportunidad (ahora mismo no estoy tan seguro de esos cuatro nombres, pero por ahí iba la cosa), son algunos de mis héroes por las cosas que pensaron, dijeron o hicieron en su época. Desde entonces hasta ahora han aparecido más personajes que me parecen admirables por las cosas que dicen o escriben. Aquí uno de ellos.

Persiana americana

Se ha cerrado la persiana. Después de cuatro años en coma, ha muerto Gustavo Cerati. No hay mucho que decir. Sólo escuchar. ¡Qué cosas!