Nunca me gustaron los militares. Eso de obedecer sin cuestionar nada no era para mí. Y eso que nunca he sido muy rebelde que digamos. Yo era niño cuando ocurrió el golpe y la visión del dictador en sus primeros años de "presidencia" era para asustar a cualquiera. Afortunadamente pude estudiar en la universidad, lo que me privó de los maravillosos años de conscripto. Además, por aquella época tuvo lugar el conflicto (cuasi guerra) con Argentina y no me habría hecho ninguna gracia tener que participar de la carnicería.
A pesar de todo lo anterior, tampoco era que me disgustara mucho ver la "parada" militar los 19 de septiembre de cada año, en especial porque a mi padre le gustaba mirar el desfile. Debe ser que la marcialidad, gallardía, etc., de nuestros milicos, atrae de alguna manera a los hombres. El caso es que veía la parada militar con mi papá. Después se fueron sabiendo las atrocidades que cometieron los mismos "personajes" que, probablemente, veíamos desfilar y entonces sí que le agarré tirria a todo el asunto.
Hasta este año. Esta parada laboral (que no militar), sí que me resultó simpática y es sin duda la mejor parada de la historia. Atención con el tambor mayor que inicia el desfile. Es notable. ¡Qué cosas!
Al locutor no se le entiende mucho, pero por ahí dice que se trata de una actividad de los trabajadores de Salfa, que están construyendo las instalaciones del proyecto Sierra Gorda. Felicitaciones para ellos por el ingenio, la buena onda y las gracias a Marcelo Bustamante por subir el video.
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